11 agosto '36

El Mártir :

un caso serio del cristianismo

El mártir: un caso serio del cristianismo, así se titula un libro de H. Von Balthasar. Ser mártir es un don de Dios, pero los mártires llevan algo en su corazón que les hace ser elegidos entre otros. Ofrecemos dos anécdotas de los Mártires de Barbastro que les muestran como personas valientes, generosas y llenas de amor.

Una oferta seductora

Un día se le acercó un miliciano a Salvador Pigem y le dijo:
- ¿Te llamas Salvador Pigem?
Salvador Pigem se sorprendio:
- ¿Por qué me lo pregunta?
- Porque estando yo de cocinero en el Hotel del Centro, de Gerona, recuerdo haber visto allí a un sobrino de los dueños, que siempre decía que quería ser sacerdote, y aquel niño era de una fisonomía igual que la tuya.
Salvador Pigem era de Viloví d'Oñar y tenía parientes en Gerona.
-Pues mira, si quieres, yo te salvaré de la muerte.
El ofrecimiento no podía ser más noble, ni más oportuno. Además no exigía nada a cambio, ni incitaba a ninguna claudicación.
-¿Me salvará con todos mis compañeros?  -No, a tí solo.
-Pues así, no acepto: prefiero ser mártir con ellos...

Solo, no

Un miliciano catalán oyó, en la lista, el nombre de Manuel Torras Sais.
Se acercó a los detenidos.
- ¿Quién es Torras?
- Yo.   Manuel Torras era el más joven de los detenidos. Tenía veintiún años.
- ¿De dónde eres?  -  De Sant Marí Vell, un pueblo de Gerona».
- Yo también   - ¿Tù?
- ¿De qué familia?  - De Can Bordes
- Si quieres marcharte, vete. Nadie sabe si sois treinta o cuarenta.
- ¿Podemos marchar todos?   - No, que me juego la cabeza.
Manuel Torras se quedó en el Salón.