giovedì 29 luglio 2010


P. Cándido Casals

Superior de la Comunidad de Barcelona-Gracia.

Señalado por sus cualidades de buen orador sagrado
y dotado de una gran bondad


Barcelona + 29-07-1936




P. Jaime Mir Vime

Laureado en Filosofía por la Universidad de Friburgo,
ejerció la docencia en la Universidad Pontificia de Tarragona.

Era piadoso para con Dios y la Sma Virgen,
y caritativo y delicado para con su hermanos de Religión.

Tarragona + 29-07-1936

martedì 27 luglio 2010

"Te martyrum candidatus laudat exercitus"


SIGÜENZA - En el monte de El Otero
Era la una de la tarde del 27 de julio de 1936

Entregó su vida a Dios el Siervo de Dios P. JOSÉ Mª RUIZ CANO
"... el Padre daba Vivas a la Virgen", dijo un testigo.


FERNANCABALLERO - La Estación
28 julio 1936
A eso de las cinco de la tarde se detuvo el tren en la Estación

14 Jóvenes Claretianos cayeron abatidos sobre los raíles del tren.
De sus labios se oyó:
"Sea lo que Dios quiera, moriremos por Cristo y por España"

lunedì 26 luglio 2010

26 Julio '36

CERVERA. Otro Seminario Mártir


Los quince de Lérida  Grupo del P. Manuel Jové

A siete kilómetros de Cervera poseían los claretianos una finca llamada familiarmente Mas Claret, y alllí encontraron refugio provisional gran parte de los miembros de la Comunidad dispersa, hasta que al amanecer del día 24, los miembros del Comite Revolucionario de Cervera llegaron para incautarse de ella.
De allí salieron en la tarde del día 24 de julio catorce seminaristas jóvenes, al frente de los cuales iba el P. Manuel Jové, de 40 años de edad, latinista de prestigio internacional y fundador de la revista Palaestra Latina. Se dirigieron a Vallbona de les Monges, pueblo natal del P. Jové, en donde pensaban encontrar acogida segura.
Caminaban distanciados de dos en dos para pasar desapercibidos, pero fueron descubiertos y detenidos. El P. Jové se adelantó al grupo para conseguir pases del Comité del pueblo de Rocafort, pero allí les fueron a buscar los milicianos del Comité de Lérida el 25 por la noche y allí comenzó la última y más difícil subida de su calvario.
Lo primero de todo, un minucioso registro, que comenaba con un puñetazo, un empellón o un latigazo. De los bolsillos no salía más que el pañuelo, el imprescindible rosario, y... -¡qué buenos chicos!- algunos cilicios, instrumentos de penitencia. Risas, blasfemias, vulgaridades soeces.
Sobre el pecho del P. José, debajo de la camisa, pendía un crucifijo devoto.
-¿Qué es esto? -Mi Dios y Señor.
-¡Haz el favor de tirarlo al suelo! -¡No lo hago!

Se lo arrancan, y ellos mismos lo tiran con violencia:
-¡Písalo! -¡Eso, jamás! Prefiero morir. -Pues, ¡te lo tendrás que tragar!
Se lo aplican con la punta en la boca y lo hunden en ella de un terrible puñetazo, rompiéndole los tejidos de la cara.
La pasión culminó en el cementerio de Lérida, entre las dos y tres de la tarde del día 26 de julio. Bajaron los presos del camión. Uno de aquellos muchachos voló con el pensamiento al hogar querido:
-Si al menos se le pudiese hacer saber a mi madre.
-Has llegado tarde, muchacho. Bastante tiempo has tenido.
El P. Jové se dirigió a todos:

-Nos matarán, pero morimos por Dios. ¡Viva Cristo Rey!
Ante el pelotón, el P. Jové, al ser puesto en fila el primero de todos, dijo: -“Yo muero por Dios”
Ante esta afirmación, tomada a broma por los milicianos, preguntaron a cada uno en particular:
-¿Y tú también mueres por Dios? -¡También yo muero por Dios!

Eran quince: Manuel Jové, Onésimo Agorreta, Amado Amalrich, José Amargant, Pedro Caball, José Casademont, Teófilo Casajùs, Antonio Cerdá, Amadeo Costa, José Elcano, Luis Hortó, Senén López, Miguel Oscoz, Luis Plana y Vicente Vázquez.

En este mismo día 26, derramaron su sangre por Cristo:
Barcelona:  P. Gumersindo Valtierra Alonso
Lleida:  Fco Xavier Surribas Dot y Estudiante Joan Costa Arnau (ambos de la Comunidad de La Selva del Camp)


domenica 18 luglio 2010

MÁRTIRES CLARETIANOS DE SIGÜENZA Y FERNANCABALLERO
(27 y 28 de julio de 1936)


Con fecha 1 de julio de 2010, el Santo Padre Benedicto XVI autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos a promulgar el decreto sobre martirio de los Siervos de Dios José Maria Ruiz Cano, Jesús Aníbal Gómez Gómez, Tomás Cordero Cordero y 13 compañeros de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos), asesinados por odio a la fe durante la persecución religiosa en España en 1936.

La Causa de beatificación de estos Mártires Claretianos de Sigüenza y Fernán Caballero, recoge una historia de odio que culmina en gestos de perdón y de amor de las víctimas hacia quienes les quitaron violentamente la vida. Una historia de grupo que recoge 16 historias personales ajustadas a la lógica del Evangelio: si el grano de trigo no muere, no puede dar fruto; el que pierda su vida por mí, la ganará para la vida eterna.

Hay que dirigir la mirada a la histórica Sigüenza (Guadalajara) y a Fernán Caballero, un pequeño pueblo de la provincia manchega de Ciudad Real. En aquellos dos lugares sucedieron los hechos que, recogidos en una misma Causa de Beatificación, nos hablan de ilusiones juveniles truncadas violentamente en 1936 convertidas hoy en voces de paz, que suscitan sentimientos de amor y perdón.

El grupo de Siervos de Dios está compuesto por 16 claretianos: un sacerdote, 14 estudiantes de teología y un hermano coadjutor.
P. José Mª Ruiz Cano murió en Sigüenza, el 27 de julio de 1936.
El día 28 entregaron su vida en Fernancaballero los estudiantes: Jesus Aníbal Gómez Gómez (de nacionalidad colombiana), Tomás Cordero Cordero, Primitivo Berrocoso Maillo, Vicente Robles Gómez, Gabriel Barriopedro Tejedor, Claudio López Martínez, Ángel López Martínez, Antonio Lasa Vidaurreta, Melecio Pardo Llorente, Antonio Orrego Fuentes, Otilio del Amo Palomino, Cándido Catalán Lasala, Ángel Pérez Murillo y Abelardo García Palacios.
El día 2 de octubre, también en Fernancaballero, murió el Hno Felipe González de Heredia.